martes, 11 de mayo de 2010

Cabalgata en Arequipa

De las actividades turísticas opcionales, las cabalgatas son las favoritas de muchos turistas que visitan Arequipa. Atrévase a romper la rutina por un par de horas, un par de días, o tal vez más, con el disfrute del trote de los nobles equinos. Cabalgar por estos valles hará la delicia de grandes y pequeños, y dejará gratos recuerdos de estos típicos pueblos andinos. Algunos hoteles o empresas turísticas, ofrecen recorridos como el del Cañón del Cotahuasi, o el del Colca, entre varios más.



La aventura empieza, con un camino de herraduras que atraviesa la campiña arequipeña surcada por el caudaloso río Cotahuasi, el que dio origen a uno de los cañones más profundo del mundo. Disfrutará del contacto real con la naturaleza, visitará las llamadas “reducciones indias”, pequeños núcleos urbanos con sus costumbres, sus vestimentas, sus danzas y sus artesanías propias, así mismo podrá contemplar la Catarata de Sipia, con una caída de 150 metros. Mientras el paisaje lo envuelve, este recorrido lo transportará en el tiempo, como cuando por este valle viajaba el Inca.

 


Otro no menos atractivo recorrido es el del Cañón del Colca con sus andenerías preincaicas donde aún, los 16 pueblos andinos que habitan el lugar, siembran conservando las viejas tradiciones de cultivos. Así mismo el camino nos llevará a la Cruz del Cóndor, lugar obligado para observar el vuelo de estas majestuosas aves. El Colca nos impresionará con sus abruptas paredes, sus volcanes humeantes, sus pueblos coloniales, y por la bravura de su río. Los caballos lo transportarán a áreas del cañón que de otra manera no serían accesibles. Deténgase a lo largo del río para tomar un descanso mientras su caballo bebe agua fresca, y contemple porqué este valle fue bautizado por el escritor Mario Vargas Llosa como el “Valle de las Maravillas”.



Estas cabalgatas son organizadas por guías que proporcionan una asistencia permanente, y son diseñadas para que tanto niños como mayores, puedan disfrutar y experimentar la tranquilidad de la monta a caballo por los confines de estos bellos parajes.