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martes, 11 de mayo de 2010

Restos Arqueológicos de Quebrada de la Waca o Puerto Inca

La Reserva Turística Nacional Quebrada de la Waca o Puerto Inka, es el más importante centro arqueológico de la costa peruana entre Nazca (Perú) y Copiapo (Chile). Data de hace unos 4.000 años en los cuales, durante el transcurso de los tiempos, varias culturas fueron asentándose, la última fue la cultura Inca. Cuentan los lugareños que en determinadas estaciones llegaban a este balneario, desde la capital del imperio incaico, hombres cargando en sus hombros una majestuosa silla de oro adornada con piedras preciosas, y que sentado en ella iba el máximo gobernante Inca. Aunque no se puede certificar la existencia de esta silla, lo que sí se puede presenciar son restos del Camino Real que hubo para interconectar la costa sur del Perú con el Cusco. Por este camino, los chasquis o mensajeros abastecían rápidamente de pescados y mariscos a los cusqueños. Puerto Inca fue el principal proveedor de producto marino para el Cusco. Sus antiguos pobladores se dedicaban principalmente a la extracción de pescados y mariscos y al secado de los mismos, para su comercialización en todo el Tahuantinsuyo.




El complejo arqueológico está constituido por varias construcciones como chullpas, tumbas, plazas ceremoniales, colcas o depósitos, destacando la zona denominada el secadero. Las viviendas del complejo son amplias, de formas rectangulares y cuadradas, están construidas a base de piedras canteadas unidas con mortero de argamasa que se asemeja al cemento actual, hecha en base a la deshidratación de la cal, obtenida al quemar conchas de mariscos y mezclar el todo con arena.

En las investigaciones, llamó la atención que las innumerables colcas (depósitos subterráneos en forma de botella), contenían restos de origen vegetal y no de pescados o mariscos. Estas colcas dejaron en evidencia, que además del secado, los antiguos pobladores pudieron convertir estas arridas tierras en fértiles campos de cultivos. Los estudios realizados indicaron que dichos pobladores adaptaron las técnicas de cultivo con el medio ambiente, abonando estos campos con guano (excremento de aves) que sacaban de las islas cercanas.




Quebrada de la Waca o Puerto Inca se ubica en la provincia de Caravelí, a 417 km al noroeste de la ciudad de Arequipa (6 horas y 30 minutos en auto), se llega hasta la caleta de Chala, a la altura del desvío en el Km 603 de la Panamericana Sur. En la provincia de Caravelí uno puede encontrar todos los servicios turísticos necesarios. Para la excursión se recomienda zapatos o zapatillas de trekking, protector solar, gorro, hidratación y ropa ligera.

Petroglifos de Toro Muerto, Arequipa

Los Petroglifos de Toro Muerto se componen de más de 5000 bloques de piedra volcánica, que se desprendieron de las crestas rocosas, en edades geológicas, y grabados con figuras antropomorfas, zoomorfas, y geométricas, entre otras. Las técnicas utilizadas para estos grabados pétreos en bajorrelieve fueron el rayado, percusión, golpeado y desastillado. Esta zona es considerada el repositorio de arte rupestre más grande y rico en todo el mundo. Las figuras fueron hechas por pobladores de las culturas Wari (Ayacucho), Collagua (Colca y Condesuyos) e Inca (Cusco) en su constante paso desde el Ande hacia la costa en busca de cochayuyo y pescado, aproximadamente entre los años 500 a. C. y 1.300 d. C.




Los petroglifos fueron descubiertos por el Dr. Eloy Linares Málaga en 1951 y desde entonces han sido investigados por varios estudiosos, sin contar lamentablemente con un inventario completo de este lugar. Entre las diferentes y muy variadas figuras, resaltan diseños de aves (como el cóndor), cuadrúpedos (como felinos y llamas), serpientes, y particulares danzantes con posturas en movimiento y con máscaras o lágrimas en sus ojos. Estas representaciones hacen suponer a los arqueólogos que fueron pintados con el propósito del concepto agua – fertilidad. Desde 1982 los vestigios fueron declarados Patrimonio de la Nación.




Por otro lado, recientes investigaciones en esta provincia han descubierto huellas de dinosaurios en el anexo de Querulpa, distrito de Aplao, a pocos minutos de Toro Muerto, por lo que esta visita se convierte en un viaje al pasado prehistórico de nuestra era.

Los petroglifos se ubican en una terraza aluvial de la margen derecha del río Majes, ocupan una extensión de aproximadamente cinco kilómetros cuadrados en el distrito de Uraca, provincia arequipeña de Castilla. A pie el recorrido toma aproximadamente unas 2 horas y 30 minutos.

Momia Juanita o Dama de Ampato, Arequipa

En el tiempo de los Incas, la relación hombre-naturaleza, se vio representada en todas sus creencias mágico - religiosas y se señalaba algunas montañas o volcanes como sagrados. El Proyecto "Santuarios de Altura del Sur Andino" de la Universidad Católica de Santa María, viene investigando estas montañas sagradas o Apus desde el año de 1979. Durante este periodo halló distintos elementos de sacrificios e importantes evidencias arqueológicas. Los Incas realizaban ofrendas humanas por diversos motivos: Cuando el emperador iba a la guerra, cuando moría o enfermaba, o en los festivales más importantes de Junio y Diciembre. En el caso de Arequipa, es posible que algunas de las ofrendas que se ejecutaron en sus inmediaciones tales como Pichu Pichu, Misti, y Chachani, entre otros, sean debidas a las erupciones del volcán Misti en esta época. Como parte del proyecto de investigación el 2 de setiembre de 1995 se organiza una expedición al volcán Ampato con el arqueólogo Johan Reinhard y el guía Zárate. Esta expedición fue la que hallo a la momia denominada "JUANITA, LA NIÑA DE LOS HIELOS", (La Dama del Ampato, La doncella de los Andes). Además, en los alrededores encontraron varias illas o estatuillas de oro y de nácar spondyllus, 19 tipos de plantas, entre las que sobresalían el maíz y varias leguminosas, así como charqui (carne de llama deshuesada).





Juanita fue encontrada envuelta en textiles en posición fetal y rodeada por las ofrendas, las cuales conservan todos sus colores y contexturas en perfectas condiciones. La importancia de este hallazgo se debe a 3 factores que dieron luz a muchas interrogantes sobre la forma de vida incaica.

En primer lugar, es la única momia hembra helada en ser encontrada en los Andes, y es considerada en la actualidad como el cuerpo de mujer Inca, mejor conservado en el mundo. El cuerpo no se deshidrató por congelación o disecó. Con lo cual se podía realizar muchas pruebas biológicas.



En segundo lugar, la preservación asombrosa de los objetos y cerámicas encontrados en el lugar, así como el de su elegante vestimentaria ayudarían a conocer el modo de vida de la alta sociedad incaica. "Juanita", la mensajera real y divina, fue vestida con una impresionante lliclla de color rojo y blanco así como el aksu ensartado por dos tupus y una serie de ofrendas en miniatura, colgando de los mismos, sujetado este aksu por medio de un chumpi o faja a la cintura y rematado en unas sogas y borlas terminado en flecos; cubrían sus suaves pies, hermosos polqos elaborados en cuero con acabado en un fino bordado en lana; culmina este atuendo en un gran tocado de plumas de guacamayo traídos expresamente de la Selva para confeccionarlo. Junto a ella fueron enterradas como ofrendas varias Illas de metal y Spondilus envueltos en finos textiles de alpaca y vicuña; algunas chuspas y bolsitas ceremoniales conteniendo coca, cerámica y otros elementos que le servirían para tan largo viaje.

En tercer lugar, esta momia es el único sacrificio inca encontrado con su correspondiente campamento, usado por la fiesta sacrificadora. Con lo cual los científicos podían analizar la cantidad de personas que asistieron a este sacrificio, quién lo realizó, y cuáles fueron los preparativos. En la cumbre principal del cráter del Ampato (6.380 msnm.), los Incas construyeron una plataforma de 14 m2; en este lugar, el sumo sacerdote realizó esta ofrenda al APU Ampato y a través suyo envió las solicitudes de su pueblo al Inti el Dios Sol.




El cadáver causó sensación en el mundo científico y los estudios, realizados en el, dieron los siguientes resultados:


El cadáver corresponde al sexo femenino y perteneció a una niña de aproximadamente 12 ó 14 años de edad. Las pruebas de Carbono 14 sitúan la muerte de Juanita en 1466, durante el reinado del Sapa Inca Pachacútec Inca Yupanqui. Tenía una estatura de 1,40 metros, una dentadura perfecta, huesos fuertes y había sido esbelta y bella. No había sufrido de ninguna enfermedad, y gozó de una alimentación con una buena dieta balanceada, y que finalmente murió de un certero golpe en la cabeza, producido probablemente con una macana, cuando estaba arrodillada.

Ya en la cumbre, estuvo sujeta a un ayuno riguroso y el último día, antes de la ofrenda, tomó sus últimos alimentos compuestos enteramente de vegetales, 6 a 8 horas antes de morir; así mismo fue preparada con hierbas y coca para lograr una muerte dulce y placentera. Normalmente estas personas sacrificadas, eran preparadas desde muy tierna edad; en tal sentido, "Juanita" con sus 12 ó 14 años era una niña al servicio del Sol y del Inca. Juanita, fue objeto de un importante ritual desde su lugar de origen, grandes fiestas acompañaron su peregrinación por las diferentes estaciones que tuvo que pasar hasta llegar a la cumbre del Ampato. Debió salir de su ciudad natal (Arequipa) hacia el Cusco para ser recibida en persona por el Inca al igual que las demás comitivas que venían de todo el Tahuantinsuyo y que convergían en la capital para celebrar la gran Capaccocha (ceremonia).

Así mismo las pruebas de ADN señalaron que “Juanita” tenía parentesco cercano con la tribu Ngobe de Panamá y con antiguas razas taiwanesas y coreanas, demostrando así que los primeros hombres, llegados por el Estrecho de Bering en suelo americano, procedían de Taiwán y Corea.

A la fecha, el cuerpo momificado de Juanita se encuentra en el Museo Santuario de Altura del Sur Andino de la Universidad Católica de Santa María de Arequipa. Se conserva en un congelador especial, protegida del medio ambiente por una cámara de vidrio cerrada al vacío. La urna está asegurada con perfiles de acero y tiene en su interior dos capas de plexiglás. El interior de esta urna se encuentra a una temperatura de -19,2 ºC y -19,5 ºC, para evitar la deshidratación del cadáver.

Cuevas de Sumbay, Arequipa

La importancia arqueológica de Sumbay radica en sus cuevas que exhiben en sus paredes rocosas, valiosas pinturas rupestres de la era paleolítica. Su pictografía representa figuras humanas, camélidos así como el extinto suri - especie de ñandú de la zona -, pumas y zorros, pintados en colores ocre, blanco y amarillo con una antigüedad entre 6 000 y 8 000 años. Los cazadores de aquella época representaron escenas de su cotidianidad como la caza, pues entre los diseños se distinguen escenas de camélidos andinos en actitud de huir mientras los hombres los rodean. Se tiene conocimiento que son cerca de 500 las figuras. Además, en las excavaciones se han hallado instrumentos líticos, desde puntas de flecha en diversos materiales y formas hasta cuchillos de disco para cortar la carne, raspadores trabajados en huesos para limpiar las pieles y tejidos duros y buriles para coser.




Estas "cuevas" son el resultado de un continuo proceso erosivo, el cual favoreció el desprendimiento de bloques en formas de columnas o prismas que se precipitaron hacia la quebrada. Esta acumulación de materiales en formas caprichosas, estructuró pequeñas grutas, que en conjunto se conocen como el Bosque de Piedras de Sumbay. Cerca del lugar, también se ubica el Bosque de Piedras de Puruña, en el poblado de Cañahuas.

Los principales recursos de Sumbay son la agricultura y el ganado y su peculiaridad es el modo de vida de sus pobladores, los cuales siguen manteniendo las costumbres y adoraciones rituales desde la época inca.




Sumbay está situado dentro de los límites de la Reserva Nacional de Salinas y Aguada Blanca, a espaldas del volcán Misti sobre los 4127 msnm y a 88 km de Arequipa ( 1 hora 45 min) siguiendo la ruta de Arequipa hacia el Colca, antes del desvío a Vizcachani se toma una pequeña trocha y se llega al mismo pueblo. Allí se debe preguntar por la cueva y solicitar que el guardián de la llave acompañe al visitante hasta el paraje. Tras unos cinco minutos adicionales en auto y caminar unos 300 metros se llega a la cueva. Por lo que se ubica a cierta altura, a algunos visitantes les puede afectar, por lo que se aconseja tomar mate de coca o alguna pastilla contra el dolor de cabeza y/o la aclimatación.

Maucallacta, Arequipa

Aunque se tenía referencias del lugar, por anteriores exploradores, el rescate del complejo empezó en 1997, por un equipo binacional de la Universidad de Varsovia (Polonia) y la Universidad Católica Santa María de Arequipa. Los especialistas, encabezados por el eminente arqueólogo Mariusz Ziolkowski, llegaron a la conclusión de que se trataba del lugar que ciertos cronistas españoles consignaron de manera genérica como centro del culto al nevado Coropuna.



Su origen es anterior a la presencia Inca, aunque entre los cinco estilos detectados en sus recintos los edificios mejor pulidos tienen el trazo del Cusco. El complejo luce tres niveles bien definidos. Un circuito de escalinatas que comunica con diversos sectores. Una zona popular, más baja, con una larga construcción de 52 metros de fachada, con vestigios de cinco puertas, que debió servir como albergue de peregrinos. Así mismo en el lugar se ubica la plaza principal, de 150 metros de largo, por 50 de ancho y 7 de altura, destaca un laborioso sistema de túneles que al parecer permitía el amortiguamiento de la plaza cuando estaba copada (podían reunirse unas cinco mil personas). Los investigadores no tenían referencia de un diseño similar en la arquitectura andina.



Escalones arriba, encontramos la última zona y la principal, denominada el mausoleo. Es un edificio cuadrangular, de cuatro ambientes: un vestíbulo, una cámara y dos cuartos.
martes, 6 de abril de 2010

Arqueología en Arequipa

La ciudad de Arequipa tiene una larga y rica historia arqueológica. Es de aproximadamente diez mil años, desde los grupos de cazadores que llegaron aquí 8000 años a.C., hasta la llegada de los españoles en 1535 d.C. En el sitio de Huanaqueros, cerca de Yarabamba, se descubrió puntas de proyectil que fechan de 7500 a.C. Las cuevas de Sumbay, Puntillo, Pintacsayoc, entre otras, ubicadas en las partes altas de Arequipa, dan una idea de la vida de los antiguos cazadores.


Dos grandes culturas, la Wari, con sede en Ayacucho, y la Tiwanaku, ubicada en el lado Boliviano del Lago Titicaca, llegaron a controlar varias partes del área Andina entre 500 y 1000 d.C, entre ellas el departamento de Arequipa. Las culturas propias de Arequipa, Churajón y Chuquibamba, florecieron después de la caída de Tiwanaku y de Wari, todas estas culturas dejaron evidencias en los Petroglifos de Torro Muerto, las últimas fueron de procedencia Inca.

La importancia económica del valle de Arequipa, con sus amplios terrenos agrícolas, su ubicación en una zona entre costa y sierra alta, hizo de Arequipa un área de sumo interés para los Incas. Ellos enviaron aquí a Orejones (Nobles) del Cuzco y líderes leales del Colca, y establecieron una aldea importante para el control de la zona en Yumina. Así mismo, construyeron una serie de ciudades y de Tambos en las rutas importantes hacia la sierra alta. Arequipa fue parte de Kuntisuyo, una de las cuatro grandes regiones del Tawantisuyo.

Sitios Arqueológicos en Arequipa